La noche.

No puedo dejar de dibujar tu cuerpo con las manos, sé que hoy no puedo tenerte. Quería que la noche se detuviera, que no pasara de largo sin ni siquiera decirme hasta luego, para no tener que llenar luego los espacios que se quedan al vacío, cuando mis sábanas se ponen frías, buscándote.

Es inevitable no repetir tu nombre y que los ecos de mi voz retumben, es que me hice experta en ésto de amarte, de tenerte sin que estés a mi lado...

Debo confesarte más aún ésta noche, describirte el lenguaje de mis labios que sueñan escribirte con besos en la central y unívoca forma de respirarte: pensando siempre en ti.

Estas palabras reflejan las huellas renacientes de mis sentimientos, la de un amor que tiene una sola razón, la de haber nacido solo para pertenecerte Galy por siempre.