domingo, 4 de julio de 2010

Llegué a vivir de verdad.

Nunca olvidaré la primera vez que te ví, aquel momento en que el tiempo se detuvo y dejó de existir, en que el mundo enmudeció, deslumbrado a tu pies por tu belleza.
Ya mismo te perdería entre mis brazos, y te pintaría de besos, si todavía los escalofríos me recorren la piel, recordándome de que no fuiste un sueño sino que yo llegué a vivir de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario