
Te pido perdón por las veces que no te hice sonreir, sólo quería envejecer a tu lado y reir juntas de como nuestras manos se llenaban de pliegues... Gracias por tu dulzura, porque has sido mi mayor orgullo y por tu enseñanza en cada día... mi Dios! si supieras que eras mi vida Galy!
No hay comentarios:
Publicar un comentario